miércoles, 2 de mayo de 2012

“Yo no quiero recorrer los confines del mundo. Yo quiero recorrer los confines de tu cuerpo”.

lunes, 20 de febrero de 2012

El espacio y la memoria.





Lo más importante del espacio, concebido por un arquitecto, es la atmósfera. Lo que genera en el usuario, cómo se vive.

La memoria es esencial en el entender de la arquitectura. Nunca olvidaré por ejemplo, el sendero de círculos de concreto que comunicaba el jardín con la piscina de mi tía. Nunca olvidaré tampoco ese pasillo lleno de arena, de la casa de la playa. Son espacios de mi memoria.

Voluntarios e involuntarios. El usuario debe apropiarse del espacio. Sentirse cómodo, vivirlo.

A veces, nos topamos con arquitectura del espectáculo. Que no deja de ser más que un WOW, sin nostalgia alguna.

La luz y los materiales. El aroma y la temperatura, juegan factores importantes en la memoria.

Por ejemplo, estaban la luz penumbrosa que me recibía al entrar a los cuartos de la casa de la playa de mi tía. O el olor al salitre y la madera podrida.

Sin memoria, no hay humanidad, al fin y al cabo. La memoria es, conducto de nuestra historia como individuos.

Y la arquitectura es, muchas veces, el espacio en el que se escriben las historias.

A veces, con el tiempo, podemos leer esas historias en las paredes.

Y escribir, por supuesto, las nuestras.

jueves, 16 de febrero de 2012

About dreams

Todo sueño tiene su origen en la realidad.

Y toda realidad está cimentada sobre sueños.

Tierra firme



















Nos siento, nos pienso, nos lamento, como dos islas.

Como dos islas, separados por la vasta geografía de los mares y el cielo. Unidos tan sólo por la vista, y alimentados por la fantasía.

La fantasía de cruzar los confines, y conocer un poco la no soledad, la falta de melancolía, la ausencia de fronteras. Saberte, mejor dicho.

Saberte. Conocerte. Explorar tus confines, familiarizarme con cada uno de los accidentes que le dan forma y sustancia a tu geografía.

Geografía hecha de idiosincracias, falacias, sensaciones y obsesiones. Los caminos de tu piel, de tu corazón, de tu mente, de tu alma.

Recorrer tus caminos, dejar huella en tu esencia, compartir la no soledad. Herirme con tus piedras, extasiarme con tus sombras, contrastes.

Si no puedo, acaso tocar el cielo, quiero pisar tierra firme. Tierra firme, eres tú, roca, soporte, tabula rasa, cultivo.

Tabula rasa, también yo.

Mi geografía también es tuya.

Al final, no somos más que dos islas, lejanas y cercanas, rodeadas de agua, y condenadas a no sabernos.

No sabernos, no conocernos.

Y tan sólo soñarnos.

Y al cabo, olvidarnos.