martes, 7 de octubre de 2008

Endless Sea - The Leaving Boat Blues


Eduard miró otra vez por la borda. El mar era azul e infinito, y se perdía con la línea del horizonte. Mientras escuchaba su Ipod, con su lista de reproducción de jazz & blues, trataba de pensar en su situación actual. 

.....

Dos horas antes.
Estaba mirándose al espejo, con los ojos fijos en la imagen de su propio rostro.
-Eduard. Quítate esa barba.- le dijo Amandine.
Y su mirada se desvió de su imagen hacia la de la castaña celestial que entraba al baño.
Cada centímetro de ella era perfecto. Desde su piel de chocolate blanco, hasta sus ojos amarillos. Sólo tenía la ropa interior puesto. Cierto, la noche fue perfecta. Y ambos estaban a un paso del gran paso. 
-Es que me haces cosquillas con ella.- le dijo, sonriendo. Su sonrisa era perfecta. No veía otra cosa más en ella, que perfección.
-Ya sé.- 

.....

Eduard miraba el océano.

Go Go
Johnny go
Go
Johnny B. Goode.

¿Qué demonios hacía su IPod ahí? Ese viaje al azul interminable no debería incluir IPod. Pero ahí estaba también el collar que le había dado Amandine, su novia.
"No pude cumplir mi promesa".  pensó.
.....
Catorce horas antes.
-Es tu gran oportunidad, no la desaproveches. Le ganaste a todos esos egocéntricos.- le dijo a Eduard su compañero de toda la vida, Alain.
-Ya sé... pero tengo miedo. Mi primer proyecto grande.
-Todos tienen miedo la primera vez. 
-Es cierto.
-Además, no hay nada que temer. Tienes a Amandine al lado. La Diosa, como le decíamos en el campus.
-Oye, más cuidado, que es mi futura esposa.
-¿Qué? ¿Cuándo...?
-Esta noche. Y quiero que tú seas el padrino.
-¿Hoy? ¿Dónde es la fiesta? Ed...
-No, bestia. Hoy se lo propongo.
-Entonces... tan seguro estás. Me alegro por ti.
-Gracias Alain.
-No es nada. Y tú serás el mío.
-Prometido.

.....

Eduard no podía dejar de pensar en todo aquello que dejaba atrás. Este viaje improvisado era el final de lo que él quería lograr. Se lamentaba el no poder haberlo hecho. Entonces, de qué servía el viaje. Se preguntaba si podía dar marcha atrás. Pero el bote iba sin parar. Y se lamentaba el abandonar a Amandine, y a sus seres queridos.
Tal vez se había planteado metas demasiado altas. Al menos iba a ver a su hermano.

.....

Una hora antes.
-Te veo más tarde.
-Sí. Deséame suerte.- le dijo a Amandine.
-Bésame.
Y la besó con pasión, como si fuera la última vez.
-Que me parta un rayo, si esta es la última vez que beso tus labios de chocolate blanco.
-No digas esas cosas.
-Está bien.
-Te amo.
-Yo también te amo.
-Eduard. Ten cuidado, que está lloviendo y es peligroso.

.....

Treinta minutos antes.
El locutor:
Nos informan que acaba de ocurrir un accidente cerca del Edificio Central. Una persona perdió la vida. Se trata de un joven arquitecto, que quitó del camino a una niña que estaba por ser embestida por una camioneta.
Aquí tenemos imágenes del sitio...
Y una triste y hermosa Amandine se deshizo en el llanto.

.....

In heaven...
And my heart beats so that I can hardly speak
And i seem to find the happiness I seek
When we're out together dancing, out together dancing
Out together dancing cheek to cheek

Cheek to cheek, de Louis Armstrong y Ella Fitzgerald. Jazz como ninguno. Pero nada de esto animaba a Eduard. Él era un tipo melancólico, que había encontrado en la bella Amandine su gran alegría. 
"¿A dónde voy?" se dijo a sí mismo.
Miró de nuevo el horizonte, perfecto y coloreado en un azul como su alma misma.
-Amandine. - dijo en voz alta. - Vive y sé feliz.
Y entonces pensó en la niña. Una niña que lloraba, viva en los brazos de su madre. 
"Esa niña va a ser alguien. Lo sé. " Y sonrió, con ojos tristes.
Y la última imagen que tuvo, antes de percatarse que el viaje llegaba a su fin, fue la de su amada, en aquel instante sublime, desnudos, mirándose el uno al otro, con los primeros rayos de luz tocándoles la piel.
Y fue feliz, al final del último viaje.

Y las costas de plata y armonía aparecieron entre aquel azul.
Y el bote que partió llegó a su destino.
Y Eduard a su última morada.

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Estaba de melancólico. Saludos. Y la primera letra es de Johnny B. Goode, de Chuck Berry.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente profundo..
Sin palabras, las historias de amor son lo tuyo..

Anónimo dijo...

como puedes, como puedes?
melancolia en excesoo =)
preciosooo waaaa me traumas!